Prisionera de Fe

Cuando nació mi hija, le puse un nombre francés que significa “fe”. A sus quince años, me contó que el mismo nombre, en alemán, significa “prisionera.” Toda la vida, le había enseñado, y le sigo enseñando, que las palabras tienen el poder de traer vida espiritual, emocional, física, y de muchas formas más o de la misma manera, de traer muerte, a nuestras vidas. Cuando supo que su nombre también significaba “prisionera,” ella estaba muy triste, y me preguntó si eso iba a traer maldición a su vida. Las respuestas las tiene Dios, entonces le llevé a La Biblia, a uno de mis versículos favoritos. En el libro del profeta Zacarias “…yo he sacado tus presos de la cisterna en que no hay agua.12 Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble.” Zacarias 9:11b-12 ¡Y le dije que levantara su rostro hacía al cielo, hacía Dios, nuestra fortaleza, ¡y se hiciera prisionera de esperanza! Le dije que su libertad la encontraba solamente esperando en Jesús, y esperando a Jesús, su venida inminente.

Yo te invito a ti también. Vuelve a la fortaleza que solamente se encuentra en Dios, hazte prisionero, prisionera de esperanza en este día. Dios promete que si lo haces, ¡te restaurará “el doble!”

Deja un comentario